miércoles, 6 de abril de 2011

SWEDEN


SVERIGE
OUR FIRST VISIT: MALMÖ

El proyecto “FLAME”: Foreign Language Acquisition Made Easier, es decir, “Facilitar el aprendizaje de una lengua extranjera,” lo estamos  llevando a cabo cuatro profesores del Centro junto con otros de cuatro países: Estonia, Polonia, Suecia y Turquía, más la colaboración de varios alumnos. Se realizará un calendario y cada mes corresponderá a un vocabulario específico. Los alumnos están ayudando a elegir las palabras y el diseño del mismo. Ahora se ha realizado un folleto en inglés y castellano con información sobre la educación en España y en prisiones.

La primera toma de contacto que se ha realizado con Europa, ha sido Suecia y Dinamarca. La visita fue el pasado septiembre y tuvimos la posibilidad de ver “in situ” diversas prisiones del territorio europeo.
El primer día nos acercamos a la prisión de HORSRÖD, al norte de Dinamarca y cerca del castillo que Shakespeare hizo tan conocido gracias a su querido “Hamlet”. Nos sorprendió el lugar porque no parecía lo que esperábamos encontrar. Descubrimos una especie de casas de madera color rojizo tipo barracones, que más parecían un camping, puesto que no había alambradas, ni muros altos. Era un centro de régimen abierto.

Nos comentaron que en Dinamarca, en principio se va a este tipo de centros y si no cumples las condiciones, regresas a un segundo grado. Las obligaciones son trabajar, estudiar, hacer la comida y las tareas domésticas. En fin, intentar integrarse en la sociedad. Las habitaciones o celdas eran individuales y cada interno/a poseía un frigorífico pequeño, así como un ordenador. Los módulos de casas eran para 50 personas y los edificios comunes constaban de talleres, gimnasio, escuela, biblioteca y hasta una iglesia. Todos los visitantes extranjeros, franceses, ingleses, españoles estábamos sorprendidos ante tal escenario,  incluído los suecos. Hay que aclarar que Dinamarca cuenta con uno de los índices de delincuencia más bajos del mundo.
El segundo día cruzamos el puente que une Dinamarca con Suecia, fuimos en tren desde Copenhagen hasta Malmö para visitar su prisión.
En Suecia los centros penitenciarios están clasificados teniendo en cuenta su seguridad en cinco niveles, que van desde la  A, hasta la E.
La prisión de Malmö era nivel C (un nivel medio) y por cierto, su seguridad parecía máxima. Después de pasar por los controles, que fueron bastante exhaustivos, conseguimos entrar. Nada de cámaras fotográficas y por supuesto, todos juntos en todo momento. En la prisión había unos 150 internos. El edificio, bastante antiguo, de hace más de 100 años, no parecía nada agradable y por lo que comprobamos, no lo era, puesto que resultó bastante incómodo con tantas escaleras, pasillos y puertas que abrir y cerrar. Los internos trabajaban en talleres y asistían a tutorías. No hay escuela como tal, disponen de unos tutores que les asesoran y les guían dependiendo de los cursos que quieran realizar. Nos encontramos con un interno sueco que había estado en “Alhaurín de la Torre” y comentó que volvería a España…pero nos dejó entrever que allí no pasaba lo que aquí. 
En fin, las impresiones sacadas del viaje han sido varias, pasando de un sentimiento de envidia por descubrir que la calidad en ciertos aspectos dista mucho de la nuestra, a uno de congratulación por afirmar que la relación entre internos es más placentera y satisfactoria aquí.
Está claro que Suecia y Dinamarca, nuestros queridos Países Nórdicos, están a la cabeza en calidad de vida, servicios sociales, ingresos, educación, etc. Pero, yo me pregunto, si esta calidad de vida de la que tanto presumen lleva algo escondido. Espero que sí, o sino mal andamos.  
Edificios antiguos y modernos, centros de seguridad máxima y centros de régimen abierto, posibilidades de trabajo y aislamiento total, escuelas y tutores, ordenadores y cocinas para prepararse la comida, (hasta una máquina de rayos UVA y una cama con correas).
¿Dónde radica la diferencia? 
Creo que no la hay en profundidad. Todos tenemos de todo, bueno y malo.
No es cuestión de compararse, sino de aprender e intentar mejorar.

Elena S.

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